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Después del big bang, a veces se encuentra paz es un viaje poético y desgarrador a través de la pérdida, el duelo y la superación. La autora desglosa mediante sus textos los momentos más profundos de la tristeza, el vacío y la soledad que surgen tras el adiós definitivo de un ser amado.
A través de versos cargados de intensidad emocional y reflexiones sinceras, Mónica Escobar Hidalgo nos permite entrar en su intimidad, enfrentando miedos y recordando con gratitud los instantes compartidos, a pesar del dolor. Este libro no solo explora el sufrimiento de una pérdida, sino también la fortaleza y la esperanza que nacen del proceso de sanación. Es una invitación a recorrer cada paso de la herida y su cierre, de la vulnerabilidad y la búsqueda de consuelo en uno mismo y en los recuerdos que nunca desaparecen.
Ideal para quienes han vivido una pérdida o buscan encontrar sentido en medio del caos emocional, esta obra se convierte en un refugio literario. Con un lenguaje directo y lleno de simbolismo, la autora ofrece un abrazo a través de sus palabras, demostrando que, tras la tormenta más oscura, siempre es posible encontrar la calma.
Mónica Escobar Hidalgo. Nací en el 97 y hasta los dieciocho años he vivido en El Carpio de Tajo (Toledo). Soy bióloga y, ahora, también escritora. Pero con esta información no conoceréis la historia que me ha llevado a escribir este libro, por lo que, dejando formalidades a un lado, me aventuro a contaros sobre mi interior. Me he pasado casi toda la vida viviendo a medias, sintiendo a medias, mostrando a medias y, la verdad, ya no quiero más. No quiero más no ser yo y no quiero más el silencio.
Desde muy pequeña supe lo que era ser diferente, querer y sentir que no encajaba y, sobre todo, el odio de las personas. Pero no todo fue malo. Tuve la gran suerte de coincidir con unos abuelos maravillosos, que me hicieron sentirme especial y querida en todo momento. Gracias a ellos supe ver toda la cantidad de colores que había en los días grises. Gracias a ellos salí a flote en un pueblo que me estaba ahogando. Ahora que ya no están y que gran parte de este libro versa sobre sentimientos de dolor, sufrimiento y angustia por su pérdida, puedo afirmar que he encontrado mi paz. Por fin me he encontrado, he sanado y me he aceptado. Ya sí sé quién soy y estoy aquí para quedarme.